En el reino de los vegetales que forman tejidos (plantas pluricelulares) podemos distinguir dos grupos bien diferenciados: las plantas vasculares y las no vasculares.
Las plantas no vasculares carecen de los tubos internos o vasos que conduzcan el agua y los minerales o nutrientes a través de toda la planta.
La mayor parte de ellas se encuentran en lugares húmedos o sumergidas; este tipo de ambiente les permite absorber agua a través de la superficie de sus tejidos. En las plantas no vasculares, la ausencia de auténticas hojas, tallos y raíces se debe a la ausencia de sistema vascular.
Dentro de las plantas no vasculares hay muchos tipos de algas (acuáticas) y briofitas (terrestres).
Entre las briofitas están los musgos y las hepáticas. Viven en sitios húmedos, sobre el suelo de los bosques lluviosos, donde forman una espesa alfombra verde. También nacen sobre las rocas y los troncos húmedos de los árboles siendo muy importantes por ser las especies precursoras en la colonización de vegetales de las rocas y el suelo. Aunque estas plantas pueden cubrir un área de varios kilómetros, como una alfombra, su altura no suele sobrepasar los 3 cm. de alto debido a las dificultad que tiene no poseer vasos conductores desarrollados. Las que mayor altura han alcanzado sólo miden 20 cm. Este grupo de plantas existe hace más de 280 millones de años.Sin vasos conductores (Hepáticas)Las hepáticas no poseen nada parecido a vasos ni tampoco presentan estructuras distinguibles como en los musgos. La absorción de agua y nutrientes la realizan a través de toda la superficie del vegetal.Con vasos conductores primitivos (Musgos)Poseen vasos muy primitivos y no forman ni xilema ni floema, como las plantas vasculares propiamente dichas. Se anclan al terreno por medio de unas estructuras especializadas llamadas rizoides. Tienen algo parecido a un pequeño tallo, llamado cauloide y láminas semejando hojas denominadas filoides.
Las plantas vasculares se denominan también plantas cormofitas y son las plantas que contienen verdaderas raíces, tallo y hojas. La raíz, además de sujetar la planta, succiona los nutrientes del suelo o sirve de reserva de alimentos. El tallo permite separar las hojas, las flores y los frutos del suelo, lo que posibilita mayor crecimiento de estos vegetales con respecto a las briofitas. Las plantas vasculares presentan unos vasos conductores (sistema vascular), por donde circulan el agua, los nutrientes o los diferentes minerales, en el interior de la planta. Hay dos tipos de vasos conductores: Xilema y Floema.
Xilema: Conduce el agua y los nutrientes desde las raíces al resto de la planta.
Floema: Conduce los nutrientes sintetizados desde las hojas hasta el resto de la planta.
Los helechos son un ejemplo de plantas vasculares que no producen semilla. Se denominan pteridofitas.
Desde el punto de vista evolutivo, son plantas muy sencillas, porque no tienen las complejas estructuras reproductivas que permiten generar semillas. Los helechos se pueden encontrar en las tierras húmedas, los bosques, el campo abierto, las laderas, sobre los árboles, los edificios y las casas. La alta humedad les resulta imprescindible porque sus sistemas reproductivos la necesitan.
Las hojas de los helechos se llaman frondes. Éstas facilitan la identificación de los distintos tipos de helechos. Existen helechos con tallos subterráneos, lo que significa que su crecimiento ocurre bajo la tierra. En cambio, los helechos arbóreos tienen tallos aéreos. El crecimiento de los tallos aéreos se produce por encima del suelo.
Muchas de las plantas vasculares producen semillas. Cuando las semillas caen en la tierra y las condiciones son favorables, germinan y forman nuevas plantas de la misma especie.
Las plantas con semillas se adaptan para sobrevivir en diferentes ambientes. En lugares muy secos, las semillas tienen la capacidad de permanecer en estado latente hasta que llueva, para germinar. En lugares muy húmedos, la semilla tiene mecanismos para evitar pudrirse antes de germinar.
Las semillas tienen diferentes maneras de dispersarse. Para asegurar la dispersión, unas utilizan el viento, algunas el agua y otras lo hacen por medio de animales.
Las plantas con semillas se clasifican en dos grupos: las gimnospermas y las angiospermas. Esta división facilita el estudio, la identificación y la clasificación de las plantas: gimnospermas y angiospermas.
Semilla formada en receptáculo abierto (Gimnospermas) Se distinguen porque la semilla que producen no se desarrolla en el interior de un fruto cerrado. Las semillas de estas plantas se desarrollan sobre una escama que forma parte de un cono. Estas semillas se dispersan con la ayuda del viento cuando los conos maduros abren sus escamas. El grupo de plantas gimnospermas más conocido es el de las coníferas (pinos, cedros, abetos,...). Sus semillas pueden tener numerosos cotiledones.Semilla formada en receptáculo cerrado (Angiospermas)Las angiospermas producen semillas protegidas encerradas en el interior de frutos. La protección que ofrece la flor al óvulo, y la fruta a la semilla aumenta las posibilidades de que la planta se reproduzca con más éxito. Por eso, las angiospermas constituyen un grupo con mayor diversidad que el de las gimnospermas. Hay gran diversidad de angiospermas, y cada una muestra formas diferentes en las raíces, los tallos, las hojas, las flores y los frutos. Existen dos tipos de plantas angiospermas: las monocotiledóneas y las dicotiledóneas. Se distinguen por la forma como se organiza el alimento del embrión en la semilla. El alimento de una planta monocotiledónea forma una sola pieza (un cotiledón). En una planta dicotiledónea el alimento forma dos piezas (dos cotiledones).
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